Si hay una noche mágica en todo el año, esa es la de San Juan. Desde los tiempos más remotos, y coincidiendo siempre con la celebración del solsticio de verano, se viene festejando en nuestra tierra la noche de San Juan. Una noche que goza ya de una tradición muy arraigada y que adquiere unas connotaciones y unas características muy especiales que la convierten en una noche mágica.
San Juan es la noche del fuego; las hogueras; de ese agua que revive las propiedades curativas de las fuentes santas y milagreras; de las nueve ondas del mar que purifican y fecundan; del rocío; de las meigas… ¡Pues habelas, hainas!
Encontrarás hogueras en zonas de playas y en cualquier rincón de nuestro pueblo. A su alrededor, se reúnen grupos de amigos y familias que cantan y bailan hasta la madrugada. No faltarán las sardinas y los cachelos (patatas asadas). Tampoco el salto a la hoguera, espantando así a las brujas y purificando, de esa forma, nuestro cuerpo y nuestra alma.